martes, octubre 26, 2010

En contra de la voluntad de Dios

Cuando Pedro cortó la oreja de Malco, en el monte de los Olivos, actuó impulsivamente.

Pedro le había dicho a Jesús que el iría a donde fuera por seguirlo, incluso hasta la muerte. Cuando ve que Jesús esta siendo arrestado, traicionado por Judas, no recuerda que Jesús ya había hablado de este momento. Una y otra vez le dijo a sus discípulos que El tenía que ser entregado y muerto, pero que resucitaría al tercer día. Aun unas horas antes, les había dicho que a donde El iba, ellos no podían seguirlo. Esta era la voluntad de Dios, era el plan de Dios. Pero Pedro al parecer no logra recordar estas cosas. Al sacar su espada, para defender a Jesús esta actuando en contra de la voluntad de Dios. Los que lo arrestaban, sin saberlo estaban cumpliendo la voluntad de Dios, mas Pedro, intentó detenerlo.

Al hacerlo, Jesús lo detiene, incluso le dice: "Vuelve tu espada a su lugar; porque todos los que tomen espada, a espada perecerán. ¿Acaso piensas que no puedo ahora orar a mi Padre, y que él no me daría más de doce legiones de ángeles? ¿Pero cómo entonces se cumplirían las Escrituras, de que es necesario que así se haga?"

Si Jesús quisiera defenderse lo podría hacer y no necesitaría de Pedro, el poder de Jesús fue a primera vista evidente cuando al hablar, al decir "Yo Soy" todos los que le iban a arrestar cayeron al suelo, de espaldas. Pero Jesús no va a defenderse, para eso ha venido, para sufrir la cruz, el castigo, pagar el pecado para darnos vida eterna.
Cómo estaba equivocado Pedro. Es increíble, pero estaba luchando en contra de la voluntad de Dios, y en su afán, lastima a un hombre, Malco. Malco es uno de los "malos", uno de los que iban a arrestar a Jesús. Podría pensar " pues se lo merecía", pero Jesús calla nuestro pensamiento y va, lo toca y lo sana completamente. El ultimo milagro de Jesús, un milagro para restaurar una herida hecha porque Pedro no aceptaba la voluntad de Dios, el quería demostrar que podía, y hacer su voluntad.

Que increíble es ver a Jesús detrás de Pedro, arreglando las cosas.

¿Qué le paso a Pedro?
Pues momentos antes se había quedado dormido en vez de seguir la orden de Jesús de velar y orar. Unas horas antes discute con el Señor acerca del lavado de sus pies. Pedro hablaba en vez de escuchar.

La carne es débil, el espíritu esta dispuesto, pero la carne es débil.

Necesito velar y orar, no discutir con Dios, y dejarlo hablar en vez de interrumpirlo con mis necedades.

¿Y si la he regado? ¿Si he he hecho mi voluntad en vez de la suya? Aun Jesús es tan bueno, que arregla las cosas detrás de mi.



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